Revista de Teoría Crítica y Situaciones

Espacio de crítica de lo objetivo aparente y sus espectáculos. Arte, Ciencia, Sociología, Política, Economía, Deseo, Producción, Capitalismo, Filosofía. ¡Llevamos un mundo nuevo en nuestros cerebros!

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domingo, octubre 29, 2006

Reinosa 1987




Reinosa. Ocurrió hace 15 años

"A Gonzalo Ruiz García, arrebatado por un viento que no era del pueblo"

El olvido es la tierra fértil en la que siembran los poderosos. Nosotros ni queremos, ni debemos olvidar aquellas palizas, aquellas mentiras, aquella muerte. Hoy 15 años después queremos recordar que en la primavera de 1987, como en su día lo fueron Guernika, Puerto Montt, Casas Viejas, y tantas otras ciudades, un pequeño y noble pueblo cántabro fue golpeado brutalmente por la fuerza del poder, por el fascismo. Su nombre, Reinosa, será por siempre identificado con la lucha justa de un pueblo en defensa de su pan, de su libertad y de su dignidad. Esta es la infame historia de la infamia.

Cronología de los hechos

7 de marzo de 1987: la prensa regional informa que Forjas y Aceros de Reinosa ha anunciado un expediente de regulación de empleo con 463 excedentes. El gobierno del PSOE aupado al poder por los trabajadores practica, sin embargo, una clara política antiobrera y de derechas privatizando sistemáticamente todo el capital publico español a través de una estrategia de liberalización de la economía, e introduciendo el mercado laboral español en la división internacional del trabajo. Mientras el paro crece sin parar el Ministro de Hacienda Carlos Solchaga señala que "España es el país de Europa donde más rápido de puede hacer uno".(sic). A fe que sí, se lo estaban llevando crudo. Los despidos son masivos, son meses de gran conflictividad social y laboral en todo el país; Sagunto, Cádiz, Bilbao,... son sólo algunos de los sitios donde se están produciendo enfrentamientos entre trabajadores y fuerzas del orden público. Por si fuera poco los estudiantes de enseñanzas medias y de la universidad también están movilizándose por todo el estado contra el gobierno de González.

8 de marzo de 1987: En medio de las negociaciones del expediente de regulación, Alerta da a conocer la inminente marcha de Enrique Antolín presidente de Forjas y Aceros para ocupar la Consejería de Obras Publicas del Gobierno Vasco. En esos años el PNV gobierna en colación con el PSOE en Euskadi. La noticia desconocida hasta entonces provoca la indignación en Reinosa.

11 de marzo de 1987: En la víspera de su nombramiento en Auria Enea Enrique Antolín acude a la factoría para recoger sus efectos personales y despedirse del equipo de dirección y del comité de empresa. Los trabajadores enterados de la presencia del directivo en la factoría deciden en asamblea retener a Antolín hasta el día siguiente - jura de su cargo en Vitoria- para forzar una negociación. Cientos de vecinos de Reinosa, estudiantes de los institutos cercanos, y trabajadores de Cenemesa, enterados de lo acontecido, acuden a la Naval para mostrar su apoyo a los trabajadores de Forjas. Horas después comienzan a llegar las primeras unidades de intervención de la Guardia Civil. Las conversaciones, ya de madrugada, entre los directivos retenidos, trabajadores, y Delegado del Gobierno no prosperan. La tensión va en aumento.

12 de marzo de 1987: a las ocho y media de la mañana 300 antidisturbios armados con hachas y porras, y pegando tiros entran en la factoría dispuestos a rescatar a Enrique Antolín. La Guardia Civil empieza a actuar. Se suceden los palos y las carreras por el interior de la fábrica, se disparan botes de humo y pelotas de goma indiscriminadamente. Parte de los trabajadores se hacen fuertes en los talleres y se defienden con lo que pueden. La sirena tradicionalmente utilizada para avisar a la población en caso de algún incendio o catástrofe suena incesantemente; el pueblo entero empieza a tener constancia de la gravedad de los hechos que están ocurriendo. Paralelamente en el parque Cupido junto a la estación se producen enfrentamientos entre jóvenes estudiantes de los institutos del pueblo, hijos de trabajadores de Forjas y Cenemesa en su mayoría, y efectivos de la guardia civil. La crudeza de la batalla campal se extiende mas allá de la factoría. Al lugar acuden trabajadores de la factoría y más vecinos. El pueblo entero se siente atacado e invadido, el clima es de auténtica de guerra, cerca de 10.000 personas se enfrentan a tres centenares de guardias civiles, la superioridad en número de los vecinos obliga a los atemorizados guardias civiles a retirarse, unos incluso llegan a hacer uso de fuego real, mientras otros blanden pañuelos blancos en señal de rendición. Las fuerzas del orden son reducidas, desarmadas, conducidas a los autobuses de la guardia civil, e invitadas a marcharse del pueblo; los mandos deciden abandonar la ciudad. La refriega deja un saldo de casi un centenar de heridos graves entre trabajadores y guardias civiles, entre intoxicados por efecto de los gases, y contusionados por impacto de piedras o pelotas de goma.

13 de marzo de 1987: Enrique Antolín jura connormalidad su cargo en Vitoria. Toda la prensa nacional, y regional se hace eco de lo ocurrido en Reinosa. La línea editorial de todos los medios es clara, el gobierno actuó en todo momento con corrección y se carga las tintas contra los trabajadores y el pueblo de Reinosa. Así DIARIO 16 publica: "Ni es democrático que se permita a la masa desenfrenada desmadrarse sin control alguno, ni se defiende la democracia actuando con tibiezas en el mantenimiento de la ley". Una editorial del diario fascista ABC señala "Si se admite el delito contra los empresarios, y la sublevación contra los policías, la más antidemocrática, anticonstitucional inseguridad cubrirá con su temible sombra a todos los ciudadanos", en otro inquietante artículo en este mismo periódico se habla de "ofensa al honor de la guardia civil y su prestigio" .
Mientras el diario felipista EL PAÍS habla de "...prácticas laborales lindantes con el sindicalismo mafioso o el más trasnochado libertarismo"(sic). Ni una palabra de las practicas abusivas de la guardia civil, ni de las palizas a delegados sindicales premeditadamente escogidos, ni del fuego real utilizado, ni de las provocaciones que llevaron al pueblo reinosano a levantarse. Ni por un momento se cuestiona la política antiobrera del gobierno, ni su estrategia de destrucción de puestos de empleo que amenazaba con dejar a ciudades enteras como Reinosa en la miseria. Todos los medios cierran filas en torno al poder. El derecho a defender un puesto de trabajo parece un acto de terrorismo.

La derecha de A.P. se muestra atónita al ver como los socialistas utilizan a la guardia civil para apalear a los trabajadores. Pero se muestran pacientes y cautos, saben que estas prácticas les allanarán el camino hacia el poder. Así fue.
La tergiversación de los hechos, la manipulación de imágenes, declaraciones y datos en prensa, radio y TV sitúan a Reinosa ante la opinión pública como un grupo de energúmenos incivilizados, apóstoles de la violencia y el desorden. Las declaraciones de los responsables políticos son sencillamente increíbles; la ejecutiva federal del PSOE habla de "acción salvaje" y "comportamiento indigno de los trabajadores". Miembros socialistas del Ministerio de Interior de entonces, condenados y sentenciados por todo tipo de delitos cometidos en el ejercicio de sus cargos políticos, como malversación de fondos públicos, creación y financiación de grupos terroristas, secuestro, asesinatos..., se atreven a hacer las siguientes declaraciones; Luis Roldán (director de la Guardia civil en 1987) hablaba de "actuación ejemplar" de sus subordinados. José Barrionuevo tildaba de "violentos y vergüenza de la clase trabajadora" a los reinosanos.

viernes, octubre 13, 2006

PURO SHOW

Ayer pude fijarme en que las especulaciones y las imágenes llegan primero que las explicaciones, es puro espectáculo, dejarnos a la expectación de algo en espera de saber que está pasando, con varias posibilidades suspendidas entre ellas la de estar viendo un momento histórico, si no lo vemos así y en la tele parece que lo que sucede no merece ser noticia. Ayer pudimos ver unas imágenes de una avioneta estrellándose contra un edificio de Manhattan, no fue un atentado, fue un accidente y el piloto era Cory Lidle jugador de béisbol de los Yankis; pero antes de saberlo tuvimos unos largos minutos de humeantes imágenes y las especulaciones de los periodistas (que si hace un mes y no se cuantos años de lo de las Gemelas, que si las amenazas, que si lo sospechoso de lo silencioso del panorama, y bla, bla, bla, bla...) No hay prisa, ya tenemos las imágenes y el espectáculo está servido. Si la gente donde mejor está es en casa y la televisión da más calor que una chimenea, si es que teniendo a la familia al lado y en frente el resto de lo existente que más se puede pedir. La imagen manda y a Occidente le preocupa más la violencia en un escenario parecido al suyo (con edificios y esas cosas) Parece que la violencia y la miseria que vemos, en esos países que no conseguimos ubicar, es crónica; y lo que es peor parece que porque la vemos como crónica no es culpa nuestra sino que siempre estuvo ahí (aunque en verdad es una falsa presencia, está ahí ¿Dónde? en la pantalla del televisor en el salón de mi casa, pero no me pidas que te lo señale en un mapa.

Ese estado crónico no va a desembocar en ningún fin, forma parte de nuestro espectáculo de eso que como decía Debord hace que no expresemos más que nuestro deseo de dormir. El mundo es un efecto vitrina, y nuestra doblez hace que creamos que podemos situarnos en uno u otro lado del cristal, cuando solo estamos en este lado y podemos ver todo lo que le ocurre al otro lado pero no participar. Podemos ver al niño que se muere de hambre (y podemos verlo mientras sucede) pero no salvarle la vida. Además hay una conciencia general de que nuestros intentos no sirven de nada, de que esta impotencia y separación son algo crónico y que además tampoco son culpa nuestra; (Y a pesar de que no me gusta la gente demasiado ingenua) es a esta conciencia a la que no me gustaría contribuir; una conciencia inconsciente propia de un paranoico que no se sabe tal y que irónicamente le da este nombre al que asoma un poco la cabeza y atisba algún peligro.


Sobre primitivismo, anarquismo y estatismo

La sociedad no es que sea algo impuesto en el sentido de que antes no existiese. El ser humano es un ser social en su estado natural, otra cosa es cómo se desarrolla el proceso de inscripción en el ser social, esto es, la organización social. Los liberales tipo Locke conciben al individuo aislado que se asocia para vivir en sociedad; esa ya es una visión alienada; quiero decir, representacional, un proyecto que presupone cosas que no analiza. En el mismo error cae el primitivismo como nostalgia de una época dorada en la que las condiciones de dominación eran otras; por ejemplo en la sociedades que no eran nómadas, la tierra. No todo era risión y frugalidad en las sociedades de cazadores-recolectores. Además, a los primitivistas que conozco, da la casualidad que no durarían una semana sin valirse del actual sistema tecnológico-industrial. Por otra parte, la crítica primitivista al estado de cosas actual conlleva aspectos positivos que contrarrestan los aspectos ridículos que llegan a adoptar algunos de sus militantes. Pero como ya han dicho aquí, tal crítica no es muy concluyente con la organización, ni analiza los motivos que engendraron los Estados de una forma seria.

Últimamente el anarquismo parece que también ha descuidado su crítica al Estado; sobre todo en lo que respecta al tema de la autodefensa en caso de llegar a acabar con algún Estado -ya sabemos que la lucha debe ser internacional. No se suele reparar en qué máquina de guerra puede combatir la reacción del Estado y defender los avances logrados. Y eso es algo crucial (en otra ocasión hablaremos de ello).

Por otro lado, la disputa Anarquismo/Primitivismo la veo reaccionaria y contraproducente, y siento que suele venir promovida principalmente por los que se dicen primitivistas que parecen querer reducir la alternativa anarquista a su particular visión del mundo (insisto igualmente en que sus teorías tienen aspectos positivos). Creo que es mejor evitar en lo que se pueda discusiones estériles que crean falsos problemas y nos impiden actuar y atender a los problemas reales más inmediatos. Y así me parece porque no puedo dejar de ver en tales discusiones cómo la división del trabajo (y la consiguiente del intelecto) intoxica los movimientos de liberación y contribuye a dividirlos, cuando deberíamos poner las menos trabas posibles para trabajar por la unión de todos los revolucionarios. Por eso tales divisiones me parecen algo más que simples diferencias dentro del anarquismo.

Cuelgo a continuación un trabajo sobre un texto en el que se habla de la formación de las diferentes organizaciones sociales. El texto está aún lastrado de aparato académico, pero creo que merece la pena leerlo por el análisis que hace del proceso de formación social:

Inscripción territorial, despótica y capitalista en las sociedades salvajes, bárbaras y civilizadas.

Se pone en duda la inocencia para hacer historia universal, ya que lo universal es, al fin y al cabo, cuerpo sin órganos y producción deseante. Se impone para tal fin el análisis de toda la historia anterior en base a la capacidad descodificadora y desterritorializadora de las formas sociales anteriores al capitalismo. Si el capitalismo es la verdad universal, lo es en el sentido de que es el negativo de todas las formaciones sociales; la descodificación generalizada de los flujos que permite comprender a la contra el secreto de todas estas formaciones, codificar los flujos, e incluso sobrecodificarlos antes de que algo escape a la codificación. De este modo, las sociedades primitivas no están fuera de la historia, sino que es el capitalismo el que está en el fin de la historia, siendo el resultado de una larga historia de contingencias y accidentes, y provoca el advenimiento de este fin. No podemos tampoco decir que las formaciones anteriores no lo hayan previsto, pues ha llegado de fuera a fuerza de subir desde dentro.

Codificar el deseo es el quehacer del socius. La máquina territorial es la primera forma de socius; la máquina de inscripción primitiva que cubre un campo social. La sociedad no es en primer lugar un medio de intercambio en el que lo esencial seria el circular o hacer circular; la sociedad es un socius de inscripción donde lo esencial radica en marcar o ser marcado. La catexis colectiva de órganos conecta el deseo con el socius y reúne en un todo sobre la tierra la producción social y la producción deseante. La esencia del deseo es la libido; pero cuando la libido se convierte en cantidad abstracta, el ano elevado y con retiro de las catexis, produce las personas globales y los "yo" específicos que sirven de unidades de medida a esta misma cantidad. De este modo, la crueldad es el movimiento de la cultura que se opera en los cuerpos y se inscribe sobre ellos labrándolos, (esto no tiene nada que ver con una violencia natural o de cualquier tipo que se encargaría de explicar la historia del hombre).

En el socius primitivo, la máquina territorial segmentaria conjura la fusión con la escisión e impide la concentración de poder al mantener los órganos de la jefatura en una relación de impotencia con el grupo. Los pueblos salvajes actúan como si presintiesen la ascensión del Bárbaro imperial Que, sin embargo, llegará de fuera y sobrecodificará todos sus códigos. Aunque el mayor peligro radicaría en una dispersión, una escisión tal que todas las posibilidades de código fuesen suprimidas. La máquina primitiva no ignora el intercambio, el comercio y la industria; los conjura, los localiza, manteniendo al mercader y al herrero en una posición subordinada, para que flujos de intercambio y de producción no vengan a romper los códigos en provecho de sus cantidades abstractas o ficticias. Así pues, el problema fundamental del socius primitivo es el de la inscripción, el del código y la marca. Toda la estupidez y arbitrariedad de las leyes, todo el aparato perverso de la represión y la educación, sólo tienen el sentido de marcar al hombre, volverlo capaz de alianza, formarlo en la relación acreedor-deudor que es asunto de la memoria.20(la nota 20 está al final) Se contrae deuda con el poder del significante que se establece en la representación territorial. La deuda proviene directamente de la inscripción del socius; y esta deuda se ha ido refinando con la aparición de las primeras sociedades estatales. La instauración de la máquina despótica o del socius bárbaro puede ser resumida del siguiente modo: nueva alianza y filiación directa. El déspota recusa las alianzas laterales y las filiaciones extensas de la antigua comunidad. Impone una nueva alianza y se coloca en filiación directa con el dios: el pueblo debe seguir. Esto se analiza a través de la gran máquina paranoica y la nueva máquina célibe en tanto que instala el triunfo de la nueva alianza. El déspota es el gran paranoico. Lo que define a la paranoia es el poder de proyección que tiene. Su fuerza para volver a partir desde cero, de objetivar una completa transformación. Por primera vez se retira de la vida y de la tierra algo que va a permitir juzgar la vida y sobrevolar la tierra; tal es el principio del conocimiento paranoico.

Existe en principio cierta dialéctica entre la formación bárbara y la formación salvaje. En la formación bárbara el cuerpo lleno como socius ya no es la tierra, sino el cuerpo del déspota, la figura, el déspota mismo o su dios. Las prescripciones y prohibiciones que proyecta el déspota, a menudo le vuelven casi incapaz de actuar; lo convierten en un cuerpo sin órganos. Él es la única casi-causa, la fuente y el estuario del movimiento aparente que forma la nueva máquina social que lo rodea. La muerte del sistema primitivo siempre llega del exterior; la historia es la de las contingencias y la de los encuentros. Pero esta muerte que viene de fuera es también la que subía de dentro: la irreductibilidad general de la alianza a la filiación. El Estado no es primitivo, es la esencia abstracta originaria que no se confunde con el comienzo. La sobrecodificación destituye la tierra en provecho del cuerpo lleno desterritorializado y, sobre este cuerpo lleno, vuelve infinito el movimiento de la deuda. Tenemos aquí la versión más original, menos deportiva, del origen del estado –Nietzsche a través de Ortega.

La representación territorial está formada por dos elementos heterogéneos, voz y grafismo: uno es como la representación de palabra constituida en la alianza lateral, el otro como la representación de cosa instaurada en la filiación extensa. Lo reprimido es el cuerpo lleno como fondo de la tierra intensa, que debe dar sitio al socius en extensión al que pasan o no pasan las intensidades. El socius primitivo se cubre con una red en la que no se cesa de saltar de las palabras a las cosas, de los cuerpos a las denominaciones.

Sin embargo, en el socius bárbaro, el grafismo no funciona independientemente de la voz como en el salvaje, sino que el lenguaje gráfico se ajusta a la voz, subordinándose a ella. Surge así un significante despótico que regirá toda la codificación buscando la identidad entre los flujos y su significancia imperial. Surge aquí la deuda infinita para con el Significante, pues éste se introduce en la supuesta estructura del inconsciente; tal es lo que cree Lacan. La subordinación de la voz a la escritura lleva al sistema de la simulación, pues el inconsciente, si es algo, es producción deseante, siendo el imperio del significante posterior a su producción y no anterior. De este modo, el significante despótico nos aleja de la independencia del lenguaje gráfico respecto a la voz, lo que nos condena a cierto impenitente idealismo.

El estado despótico originario no es un corte como los otros. De todas las instituciones, es tal vez la única que surge ya montada en el cerebro de los que la instituyen. Por ello desde el marxismo no se sabía muy bien qué hacer con ella, pues no entra en los cinco famosos estadios: comunismo primitivo, ciudad antigua, feudalidad, capitalismo, socialismo.

Lo que el Estado despótico corta y sobrecodifica es la máquina territorial, a la que reduce a la idea cerebral. El Estado es deseo que pasa de la cabeza del déspota al corazón de los súbditos, y de la ley intelectual a todo el sistema físico que en él se origina o se libera. Deseo del Estado, la más fantástica máquina de represión todavía es deseo.

Tras este gran movimiento de desterritorialización producto de la sobrecodificación del Estado despótico, aparece otro gran movimiento, el que se va a realizar por descodificación de los flujos. Esta descodificación hace que el Estado despótico recodifique continuamente los flujos, y lo hace hasta el punto de que no desaparece fácilmente con la emergencia del capitalismo, pues aparece en nuevas formas continuamente, para reprimir los flujos desatados en la descodificación. La máquina despótica es sincrónica, mientras que la máquina capitalista es diacrónica, los capitalistas surgen uno tras otro en una serie que funda una especie de creatividad de la historia, fundando un tiempo esquizoide del nuevo corte creativo. Pero el capitalismo no empieza hasta que el capital se apropia directamente de la producción, y el capital mercantil y el capital financiero ya no son más que funciones específicas correspondientes a una división del trabajo en el modo capitalista de la producción en general. Es la conjunción de los flujos descodificados lo que convierte al capital en el nuevo cuerpo lleno social, mientras que el capitalismo financiero y comercial bajo sus formas primitivas se instalaban tan sólo en los poros del antiguo socius, del cual no cambiaba el modo de producción anterior. Antes de ser montada la máquina capitalista, la mercancía y la moneda operan una descodificación de los flujos por abstracción, y la máquina capitalista empieza cuando el capital cesa de ser un capital de alianza para volverse filiativo. De este modo, el fenómeno fundamental capitalista es la transformación de la plusvalía de código en plusvalía de flujo. Así se entiende que la crisis sea el medio inmanente al modo de producción capitalista. Y la civilización se define por la descodificación y desterritorialización de los flujos en la producción capitalista.

Pero hay que evitar identificar los flujos capitalistas y los flujos esquizofrénicos, bajo el tema general de una descodificación de los flujos del deseo. Ciertamente, su afinidad es grande, pero es difícil explicar que la producción capitalista no cesa de detener el proceso esquizofrénico, como si viese en dicho proceso la imagen de su propia muerte llegada desde dentro. En lugar de hacer del esquizofrénico el héroe representante de la sociedad capitalista, ésta lo encierra en hospitales e internados creando así la decadente imagen del esquizo artificial. Efectivamente, con la máquina capitalista se inaugura una época de cinismo hasta entonces nunca conocida, pues todo se acepta menos el reconocimiento de los movimientos perversos de la economía mercantil ahí donde engaña, roba o mata para hacer de ello luego leyes económicas. El cinismo, característico y en sus formas más perversas en la actualidad, pretende el escándalo allí donde no lo hay, y también pretende pasar por audaz sin audacia, rasgo típico de la pestilente burguesía, vil y a la par envidiosa de aspectos culturales del proletariado –al menos cuando éste aún sabía trabajar.

Nota20: El sujeto es reducido a su memoria, siendo esta especificidad la que se revele como la estrategia de sujeción genuina de las sociedades capitalistas. Porque al mismo tiempo que no deja de insistir en esta

memoria-identidad, reflejo de la liberación burguesa que hace del individuo “sujeto de derecho” y soporte de iniciativa privada, reconoce que la memoria es fruto de la educación y un fenómeno casi

completamente artificial. Así, la especificidad mnémica que construye al sujeto no será por tanto sino el instrumento ideológico del que se sirve el Estado capitalista para alimentar el haz de ilusiones que le permite asegurar su reproducción: desde la noción de “soberanía popular”, hasta la formación de nuevos criterios epistemológicos y jurídicos de Verdad. Se convierte así la memoria en una mnemotecnia del poder; que consiste en la facultad no de recordar sino de olvidar ciertas cosas, por ejemplo que al hombre le han robado sus condiciones de vida creando además el sentimiento de deuda infinita para con la burguesía. En la medida en que el sujeto no existe fuera de la memoria –fuera, pues, de su función- la

memoria sigue siendo el único vehículo, la única arma de que dispone el sujeto para la rebelión; incluyendo la más importante: la rebelión contra sí mismo en cuanto que función de una positividad otra.

Por ese motivo el poder, día a día, se lanza con sus medios a la expropiación de nuestra memoria, combinado con la destrucción sistemática de la educación. Nos expropia así de nuestras condiciones de

rebelión, ¿cómo recuperarlas?

miércoles, octubre 11, 2006

Paracuellos

No, no vamos a decir nada sobre si Carrillo mandó ejecutar a fascistas, contrarrevolucionarios y personas inocentes en ese lugar. El título de esta entrada hace referencia a la serie de comics que Carlos Gimenez hizo sobre el orfelinato o centro de menores que el auxilio social franquista habilitó en tal localidad. No tienen desperdicio. Carlos hace memoria histórica sobre el centro en el que estuvo internado con un talento sublime. En estos comics, que son tragi-comics, se da un repaso de las experiencias del autor en el centro franquista, en el que reinaba la moral nacional-católica y su consecuente miseria para con los hijos de los rojos y de aquellos que tuvieron la mala suerte de ser víctimas de la historia más negra de España. El trato del tema por parte del autor, repetimos, es excelente. Uno de nuestros compañeros, que es un flojeras, lloró como una magdalena con alguna de sus historias.
Una joya para el recuerdo de algo que no debería ocurrir más en la puta historia de este viejo país.

Lamentablemente, como somos unos cafres para la informática, no podemos dejaros el comic aquí para descarga directa. En su lugar os dejamos el enlace para que lo compartais de la mula; merece la pena.
ed2k://fileParacuellos%201-2-3-4-5-6.por%20Carlos%20Gimenez.rar108365231E3948626173D77ACCA48C9AA193E2174/ (copiar y pegar en el mule)
(en nuestra sección de enlaces pueden encontrar la página oficial de Carlos Gimenez por si quieren saber sobre el autor)

martes, octubre 03, 2006

Entre lo Justo y lo Correcto

Un día un colega me preguntó si sabía la diferencia entre lo Justo y lo Correcto. Al principio no me parecía que hubiera diferencia alguna entre tales conceptos. Mi colega dijo que sí las había, y que pensara un momento sobre el tema antes de volver a decirle mi opinión al respecto.
Así que estuve un rato pensando en alto delante de él.
Vamos a ver, en un principio ya dije que no apreciaba diferencia entre lo justo y lo correcto. Una acción correcta es una acción justa y una acción justa es una acción correcta. Pero en seguida me di cuenta de que eso no era verdad más que en una dirección, en la otra dirección la verdad no se asegura. Es decir, el hecho de que una acción correcta sea una acción justa no implica necesariamente que una acción justa sea siempre correcta. Pero ¿es una acción correcta siempre una acción justa? Decididamente no; por ejemplo, las leyes del mercado funcionan correctamente y no por ello son justas. Ahora bien, ¿es una acción justa, correcta? Si, pero el estatuto de justa lo adquiere gracias a la correción constituyente de la acción para que devenga pues eso, justa. A partir de ahí, lo Justo funciona para las acciones que se repitan de esa manera y como guía y corrector de aquellas que según su medida no son justas y por tanto no son correctas. Pero eso es peligroso, ya dijimos que pueden ser correctas y no justas. Esto me recordó la diferencia entre las concepciones deontológica y teleológica de la ética y del Derecho. La deontología se corresponde con el esbozo o fijacion de la norma a priori, la teleología se corresponde con la experiencia moral inmediata como vía para la realización de excepciones a la norma. En tal dialéctica, lo Justo es el momento de la fijación y explendor de la norma, y lo Correcto un momento ético de la experiencia moral en proceso y conflicto. Podemos pues intuir que lo justo es lo que marca la ley, pues es el espacio de los mínimos morales para la comunidad. Pero lo correcto en su relación con la beneficiencia particular es el proceso constitutivo y campo de batalla de la ley y sus excepciones, de manera que pueda poner en entredicho o realimentar lo Justo.
Efectivamente hay veces en que lo Justo se impone sobre la autonomía y otras en que la autonomía se impone a la justicia. Pero ¿esto es correcto o incorrecto?¿qué tribunal califica de justa una acción correcta?¿y una acción incorrecta? ¿Qué es lo que sucede cuando alguien comete una acción incorrecta y sin embargo el Juez falla a su favor considerando justo el castigo para el que actuó correctamente? Supongo que sucede que hay un gran desfase entre la ley -lo justo- y el campo social donde funciona lo correcto y lo incorrecto. Es decir, Lo justo es fácilmente desviable y fácilmente instrumentalizable desde la razón ajena a la experiencia y sujeta a intereses de poder. Parece que ya voy viendo la diferencia entre lo Justo y lo Correcto.
Lo justo es un sistema de referencia a priori y justificable por una comunidad o conjunto de individuos. Es decir, es una ilusión. De ahí sale la confrontación entre una racionalidad axiomática y una racionalidad pragmática. Esa es la polémica entre Habermas y Rorty por otra parte. Los de franfurt acusan al otro de instrumentalizar la razón, y el yankee acusa justamente, y de un modo más menos correcto, a Habermas de realizar la misma instrumentalización en la fundamentación de unos principios morales mínimos trascendentales. Así que finalmente pienso que sí existen diferencias entre lo Justo y lo Correcto, estando relacionadas con múltiples factores, desde la organización social hasta cada caso particular de acción y experiencia vital; supongo que en cada caso los valores y caracteres que se les asigne a lo justo y a lo correcto variarán, siendo diferentes incluso cuando puedan coincidir al describir una acción.
Así que la diferencia entre lo justo y lo correcto se debe a su propia realización en la organización social y no a los pareceres de los académicos y catedráticos de ética y derecho. Además, la justicia depende en el ámbito legal de entender la ley como un arma de fuego, estando lo justo y lo correcto delimitado por la posición entre estar delante del arma o detrás. "Así que eso es lo que pienso" -le dije a mi colega.
Me miró, se rió, y dijo: "Bueno... más o menos llegaste a la misma conclusión que yo."
"Ya, cabrón, pero ahora dime cual es tu conclusión al respecto."- le dije.
"A ver, perro, la diferencia entre lo justo y lo correcto es la siguiente: un dedo entra justo en el culo, pero no creo yo que eso sea muy correcto."

Especial dedicatoria a Rorty, Habermas y a toda la morralla legalista y mantenida por los pobres y hambrientos del planeta. Ellos hablan de ética y Derechos Humanos mientras quienes les pagan sus puestos, matan, roban y saquean poblaciones, arruinando y haciendo desaparecer incluso etnias enteras y explotan a sus trabajadores para hacer crecer su maquinaria de guerra.

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